lunes, 4 de marzo de 2019

En la solana del atardecer. Carmen Boticario.



Al abrigo de tu regazo, nací mujer,
Tus palabras sonoras,
                   caían como cascada
Rebosada  de jugoso dulce,
                   que la fruición sazonaba
al abrazo de las Primaveras.
porque tú, eras la yedra,
                   que arropaba mi vida.
Tú eras el calor,
                   que nunca dejaba enfriar mi corazón.
Tú, eras mi refugio,
Donde nuestro ser posado
                   blindaba los atardeceres.
Para que oscuridad alguna, se interpusiera en nuestras vidas
y nuestro amor creciera, en la solana del atardecer.
Para ti, mi amor,
                   te regalo este instante,
Porque tu calor, no dejó enfriar, nunca,
                  Nunca  mi corazón.

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