SESIÓN DE YODO

Frente a la ventana un pino

y un rodal donde los conejos corretean,

todo alrededor es pradera,

más allá árboles y tras de ellos

una colmena de ventanas;

a la izquierda se ve un letrero:

Madrid M-511 Boadilla del Monte

y el vaivén de coches con prisa,

al lado, de forma periódica, el trén

hace sus paradas obligadas.

Aquí he de estar dos días

donde podré observar la misma estampa.

Ahora es agradable esta compañía conejil

ajenos al ruido de la ciudad

en ese transcurrir sencillo

fuera de la ambición,

en ese dejarse llevar por el día y la noche,

mientras el yodo en la garganta

se va asimilando con caramelos de limón

y mirando al predio donde crece el olvido

entre su verde hierba que también será maleza.

                                              

RUFINO RODADO