PAUSA COMERCIAL
En una ciudad silenciosa un sueño esculpe
tristeza y partículas
de zafiro domesticado.
Aquello que rezuma no
se detiene
y fluye hacia su
reservorio,
Al círculo de locura y
depravación.
Vuelve tu rostro al mar
El secreto que te
derrotó ya no es secreto,
y el secreto que hubo
de rendirse ahora se resiste.
¿Cómo medirías ahora la
tristeza?
¿Y cómo mides tus
noches?
Escucha cuidadosamente
el clarinete
mientras el páramo se
estrecha,
escucha los frutos
mientras los roba el tiempo,
el tiempo de las
plañideras y la locura de la tribu
mientras el demonio del
tiempo
sopla hacia el viento
el aroma del cuerpo
vivo
mientras desliza entre
las grietas de los sueños
la espuma del confort,
mientras va apilando lo
que vemos
en el disco del sol
de modo que no hay
visión que se funda en la costa,
ni pasos que consigan
volver al hogar.
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