Ramón
¡Soy dueño de mi hambre!
Sentenció aquel desdichado.
Y que nadie me torture
Escudriñando en mi pasado;
Porque yo soy responsable
De lo bueno y de lo malo,
Que a lo largo de mi vida
El destino me ha asignado.
No puedo culpar a nadie,
Porque, nadie me obligó;
Lo que soy solo lo he sido
Porque así lo quise yo.
Soy el dueño de mi hambre
De cultura y de ilusiones,
De hacer feliz a mi gente,
De luchar por lo que es justo
Y también de equivocarme.
Si no es hambre lo que siento,
Que es, querer justificarme.
Antonio
Mi canción es triste, mi susurro
es cierto,
Aprendí de la noche mis pecados,
Resolví con el día mi
incertidumbre.
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