Escóndete en tu cuarto …
(Blas de Otero)
La sombra alabeada, en espiral
de la conciencia,
no nos deja vivir.
Con sus tentáculos de insomnio,
zulo la noche,
no nos deja vivir.
Escóndete si quieres
en manto de miedo, vasija de
indiferencia,
y arroja en tu huida la llave,
o sal de la sombra y lucha
hasta el Ocaso o la Victoria.
Quién nos protege del vándalo
capital,
devorador sin escrúpulos del
fruto que es nuestro.
Me enfundo la piel de todos los
Hombres,
de todas las Mujeres del mundo,
y de lo más profundo,
la voz que en mí se recluye
desde el origen,
sale honda y afilada.
¡Mis hijos no serán esclavos!.
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