jueves, 12 de marzo de 2015

18.A LOS NIÑOS DE HOY,HOMBRES DE MAÑANA




Siente el calor de la vida, niño.
No te dejes abatir
por la noche oscura que se cierne sobre ti.
Vuelve tus ojos a la fresca hierba
que aún queda  en los prados,
a las estrellas que brillan en el éter
a los ríos de aguas vírgenes,
a la brisa que acaricia tu frente
y búscate la manera de alcanzar, sin descanso,
un mundo nuevo, la ilusión perdida,
el aire puro,
la dicha soñada…, ¡tu futuro!
Haz que tus pensamientos fluyan
por una tierra limpia
de concertinas para emigrantes,
sin fronteras; que no haya en tú camino,
  sangre en la lluvia;
 no  cargues con culpas ajenas
y podrás vivir mañana
como un hombre dueño de su destino. 
 

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