Iguales pero distintos, sólo por la anatomía
pero no en la fortaleza, y menos en sabiduría
La mujer toda la vida ha tenido que luchar,
contra el machismo del hombre
para encontrar la igualdad.
Lo ha tenido muy
difícil,
pues todo estaba en su contra;
la Iglesia con sus preceptos,
la sociedad con sus normas.
Que fuéramos: buenas madres,
sumisas, obedientes y fieles esposas;
pariendo lo que Dios quiera,
recomendaba la iglesia;
y el hombre, la fuerza bruta,
dueño y señor de su esposa.
Por las leyes, la mujer sometida a su destino,
sin derecho a decidir, ni para elegir vestido.
Nada de cuentas en bancos, trabajar fuera de casa
o viajar sin un permiso, sin una autorización,
o la firma del marido.
A lo largo de la historia
nos hemos fortalecido,
con trabajo y gran tesón
hemos demostrado al mundo,
que la dependencia es mito.
No caigáis en el engaño, nada de
intimidación,
si algún hombre un día os agrede
y luego os pide perdón,
diciendo que os quiere mucho,
que sólo fue un calentón.
¡Mentira y sólo mentira!
¡Eso nunca será!, ¡¡amor!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario