TU VENENO
He ido sintiendo quedarme solo
mientras los pinos cimbreaban los aplausos.
Los naranjos, casi ya sin flor, me han dado la espalda
y de aquella hoja que te guardo, su aroma
camina desolado hacia el olvido.
Porque en aquellos poemas de amor y muerte que te escribía
he dejado escondidos mis mustios pensamientos
y el humo que rompía pausado en el cielo de tu boca,
he clavado la esquirla dulce de tu amor quebrado.
Cuando vuelva a colgarme de tu cuadro,
entre canciones y mi otra madurez,
me abrazaré a las cenizas que hayas dejado,
antes de que vuelva a tener los mismos años que mi corazón infinito.
Y mi voz, que tarda en pronunciarte,
sosegadamente,
ha saciado mi hambre de tu amor sin tus poemas
tratando de asistirte cuando me buscas
o resignándome a ser esa parte de tu historia.
Cuando yo sea para ti el recuerdo en un espejo
y al trasluz de mi precaria estación desnuda
se perpetúen los pasos en falso a los que me había encaramado,
traspasarán por mi piel,
la asfixia de tu carne y tus humillantes manos frías.
Porque entre tu vida y la mía solo hay un axioma,
una relación matemática que ha muerto antes de llegar al tálamo,
antes de prenderte en cada llanto
con mi frágil impostura.
Y en la sombra peregrina del regateo de un milagro
he llegado sin sangre, como mi corazón cuando sale en la holografía de tu cuerpo.
En las líneas del recuerdo
resaltan los abrazos inofensivos en detestable deterioro
y aunque sellé tu lengua tras determinadas noches,
no probé el veneno que de tu boca crepuscular salía hacía la mía.
Pero ahora, ahora que ya casi he muerto,
tomaré entre mis manos, a la sombra de tu aroma suplicante,
la cruz de vino que tu imagen me tatúa en mi nuevo vientre
hasta que este horror corrosivo dormite a tu vera,
tan cerca de ti…….merecidamente.