¡Yo Prefiero!
Que se beban otros
las burbujas
de esa champaña extranjera.
Yo prefiero las
agujas del vino
de la Mancha y de la
Rivera.
Sin desdeñar lo
extranjero
en vino y arte
“prefiero”
lo netamente español.
Me gusta la
manzanilla,
el rasgar de la
guitarra
bajo el toldo de una parra
en una tarde de sol.
Y en la penumbra
cordial de una estancia castellana,
sorprender una mañana
toda el alma de Castilla
dentro de una serranilla
del marqués de Santillana,
o la gracia soberana de
una estrofa de Zorrilla.
Cambio toda la
elegancia de tus vestidos de Francia,
los magníficos
tesoros de tus plumas y tus pieles
por el ramo de
claveles que te llevas a los toros.
Más, que todos los sombreros,
más que todas las
diademas
que inventaron los
joyeros,
me gusta la maravilla
del marco de tu
mantilla
cuando te miro
apoyada
sobre una capa
bordada
tendida en la
barandilla
de delantera de
grada.
Me gustas por lo
arrogante,
me gustas por tu constante
desplante de chulería,
me gustas por
religiosa, me seduces por celosa
y me encantas por
bravía.
Te quiero por tu
alegría,
por tu gracia
Macarena
por tu atracción de
sirena
y tus labios de
amapola.
Te quiero por
española
y te adoro por
morena.
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