Tenía un pequeño comercio
que defendió con esfuerzo.
Fermín se llamaba
todos le apreciaban.
Le conocí desde pequeña
Yo me llamo Begoña
como su hermana y mujer
por eso nos llevábamos bien.
Mónica y Sara sus hijas son
a las que quiso con amor.
Fue un hombre especial
como él no hubo otro igual.
No se merecía ese final,
en una silla de ruedas
pasó sus últimos días.
Ahora podría estar aquí,
disfrutando de su nieta, tan feliz.
Donde quiera que estemos,
te echaremos de menos.
¡¡HASTA SIEMPRE FERMÍN.!!
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