Un
pájaro sobrevuela tu alma
bajo un cielo rosado.
Es domingo. De fondo un piano.
La ciudad es un desierto
que descansa bajo un hechizo.
Caminas despacio.
El misterio que representas es una ecuación infinita
en un cuaderno olvidado.
Preguntas sin respuesta te habitan en los labios.
Los confines de tu corazón no tienen nombre,
porque sólo la tristeza y la alegría los rozan, temblando.
Te asomas a ese abismo que te define
con los ojos cerrados,
y eres capaz de toda belleza y de toda crueldad.
Toda la luz y toda la oscuridad te caben entre las manos.
La ciudad despierta de su hechizo,
y mientras un pájaro anida en tu alma
sobrevuelas un cielo rosado.
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