LA FLOR MÁS PRECIOSA

A un jardín entré yo un día

buscando una flor hermosa

y cual sería mi alegría

que en su tallo florecía 

del jardín la más preciosa.

Pero en sus pétalos ví

ternura, miedo y tristeza

y solo puede decir:

¿qué apena a tanta belleza?.

Si pareces un diamante

o un delicado rubí,

¿quién al pararse un instante 

no se enamora de tí,

a no ser que el caminante

sea malicioso y vil?.

Nunca supe comprender

porqué el hombre hiere, mata,

pero menos que a una flor

con sus manos la maltrata.

Si alguien te ha hecho sufrir,

piensa: no todo va a ser igual.

Y tú puedes encontrar

quien quiera verte feliz.

Por eso tú, flor de las flores,

ten esperanza y un día

encontrarás el cariño

que te colme de alegría.

Luis P. González Sánchez.