RONALD
CAMPOS
ADÁN
“Y
mientras dormía, le sacó una de las costillas
y le
cerró otra vez la carne, y dijo:
―No es
bueno que el hombre esté solo…”
Génesis
2: 18, 21
Toma esta llave.
Y avanza furtivo
contra mi almohada.
¡Toma esta llave!
¡Que mi alcoba se desboque:
secreto corcel de dolor y noche!
Toma esta llave,
amor…
¡Y clausura esa soledad
que entremuerde tu labio!
Porque cada golpe que has sido,
¡cada golpe que has sido
ha despertado ya para esperarte!
Cuando desnudos,
Adán contra Adán.
Cuando las roncas alfombras ronronean
al gato de la luna.
Cuando con estas manos te acaricias,
¡con estos rendidos ojos distraes
a la muerte!:
Incluso la vastedad del amor es una deuda.
Por eso toma, ¡toma
esta llave!
¡Porque detrás de tus manos
también yo estaba!,
¡detrás de mis manos siendo Dios también tú estabas!
Mis dedos penetrándote:
¡Leopardos de amor
subiendo hasta tu sangre!
¡Por esto toma, toma
esta llave!
¡Al fin y al cabo…!,
toda tu historia la has lamido
en mi costilla.
De: Navaja de luciérnagas (2010)
ORFEO MÍO
“El cuerpo es túnica del alma.
Así que venera al dios que hay
en mí.”
Himnos órficos
La soledad es un don
que el silencio teme.
La lluvia huele
todavía a bodegas y suena,
como una
caracola bocarriba.
Amor, tengo
razones
¡para creer que
desde antes
hemos sido de la
memoria!
¡Tus labios bendecidos
con demasiado ayer!
Cuando tus
brazos de repente bajan…
¡De repente tus brazos
a los vigías
lunares de mi
espalda bajan!
Y de pronto el
uno en boca del otro
frente al alba…
Montones de
noche
hay en tu voz.
¡En tu voz donde
ha muerto
alguien feral
sin poder morirse para siempre!
Porque ni tú ni
yo
somos más que
islas,
¡como decir
instante!
¡Como decir un
río
detenido en su
sombra!
Como decir un
ángel…
¡Pero ni tú ni
yo jamás
hemos sido
ángeles!
Todo ángel es
absurdo
¡al final de
este poema, Orfeo mío!:
¡Él…! ni la
angustia ni el miedo conoce.
Por eso, teme;
témete a ti mismo.
En tu boca
llevas marcado un viaje,
y exacta una
palabra
para vencer a
Dios.
De: Varonaria (2012)
RONALD
CAMPOS
SIEMPRE YUNQUE
Mientras en mi
espalda los infiernos
escupían
sulfúricas verdades,
yo,
siempre sangre,
febril tránsito entre venas y arterias,
febril tránsito entre venas y arterias,
golpeé la vida
con furia ilimitada,
y en desespero
de noches,
yo,
desnudo ante el
látigo de los muertos,
insistí tanto en
ser de Oro…
que la esencia
velada de Su nombre
diluyo la cárcel de niebla,
diluyo la cárcel de niebla,
e insurgente de
luces y consuelo,
se hizo visible…
a mis ojos.
Quemar las naves de la insolencia,
drenar los pozos de la sombra,
levantar el cerco de los abismos,
Quemar las naves de la insolencia,
drenar los pozos de la sombra,
levantar el cerco de los abismos,
urgente ya de
insomnios y certezas
con que roer las amarras del miedo,
del dolor al dolor saltando.
con que roer las amarras del miedo,
del dolor al dolor saltando.
Mientras la
fragua azul de las simientes
forjaba su obra
en penumbra,
yo,
siempre yunque,
insistí tanto en
ser de Oro…
que los cielos
no pudieron fallarme
Octubre de 2005
– Febrero de 2013
RONALD
CAMPOS
DOMINGO DÍAZ
EN LOS SUBURBIOS DE LA RAZÓN
En los suburbios de la razón
aún queda espacio para dos
favelas,
la del que ama, fuera de todo
límite,
y la del que sueña
contra todo pronóstico.
Allí levanté mi propia carpa,
lejos de los caducos barrios
de la ortodoxia y su violencia
soterrada,
del lento veneno suicida
de la autocomplacencia,
del sopor cancerígeno del
conformismo.
Le di la libertad a mi instinto,
y plena patente de corso
para el turbulento océano humano.
Acomodé mi alma
en las limpias ventanas de mis
ojos
y me senté a las puertas de la
vida
a sentir la presencia de la Luz
en los derroteros del destino,
a sorprender al Tao
con las manos en la masa del
mundo,
a observar al Amor
jugando sus manos de cartas
al póker ciego.
En los suburbios de la razón
aún queda espacio para tu propia
favela.
Bus
Madrid-Bilbao
27
de Abril de 2012
Galdakao
29
de Abril de 2012
EN LA PULPA DE LA NOCHE
Si el poder me viene del aire,
¿Cómo es que he perdido la voz
en esos laberintos
que se abren en la pulpa de la
noche,
como encajes sombreados
que la luna teje con luz robada
en mi alma atardecida?
Si el poder reside en la brisa,
así como el cabello
define los límites del alma
anclando el viento,
a su soporte mineral,
¿Cómo es que no encuentro
mi voz siquiera
en esos sueños que se quedan
en las puertas de la noche
y enronquecen borrosos
en la saturación del grito?
Tal vez tengo la voz oscurecida
por las rotas, marítimas orillas
que desbordan mi ser todas las
tardes.
Pero me queda mi corazón de agua,
espumosa y toda coralina.
Mi corazón...
renacido en el arrecife de la
alegría.
MONTSERRAT
DOUCET
ARQUITECTURA ENTRE LOS CAMPOS
Traté de
recordar
cómo era antes la lluvia,
cuando los besos eran sólo
una punta de humedad entre el
tabaco,
cuando los parques eran un esbozo
de arquitectura entre los campos.
Trate de recordar el mundo,
nuestro mundo ajeno
al llanto de las selvas,
al sueño curvado del arco iris,
al lento laberinto de los
caracoles,
al gozo de la muerte.
Y tan sólo encontré
esa larga humedad
en el viento y sus moldes
que vaticinan la noche y sus nieblas.
(Arquitectura entre los campos)
MONTSERRAT
DOUCET
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