viernes, 14 de marzo de 2014

POETAS DEL TALLER DE SAMARKANDA GRUPO INVITADO





RONALD CAMPOS

ADÁN

“Y mientras dormía, le sacó una de las costillas
y le cerró otra vez la carne, y dijo:
―No es bueno que el hombre esté solo…”
Génesis 2: 18, 21

Toma esta llave.
Y avanza furtivo
contra mi almohada.
¡Toma esta llave!
¡Que mi alcoba se desboque:
secreto corcel de dolor y noche!

Toma esta llave,
amor…

¡Y clausura esa soledad
que entremuerde tu labio!
Porque cada golpe que has sido,
¡cada golpe que has sido
ha despertado ya para esperarte!
Cuando desnudos,
Adán contra Adán.
Cuando las roncas alfombras ronronean
al gato de la luna.
Cuando con estas manos te acaricias,
¡con estos rendidos ojos distraes
a la muerte!:
Incluso la vastedad del amor es una deuda.

Por eso toma, ¡toma
esta llave!

¡Porque detrás de tus manos
también yo estaba!,
¡detrás de mis manos siendo Dios también tú estabas!
Mis dedos penetrándote:
¡Leopardos de amor
subiendo hasta tu sangre!

¡Por esto toma, toma
esta llave!
¡Al fin y al cabo…!,
toda tu historia la has lamido
en mi costilla.

De: Navaja de luciérnagas (2010)
ORFEO MÍO

El cuerpo es túnica del alma.
Así que venera al dios que hay en mí.

Himnos órficos

La soledad es un don
que el silencio teme.
La lluvia huele todavía a bodegas y suena,
como una caracola bocarriba.

Amor, tengo razones
¡para creer que desde antes
hemos sido de la memoria!
¡Tus labios bendecidos
con demasiado ayer!
Cuando tus brazos de repente bajan…
¡De repente tus brazos
a los vigías
lunares de mi espalda bajan!
Y de pronto el uno en boca del otro
frente al alba…

Montones de noche
hay en tu voz.
¡En tu voz donde ha muerto
alguien feral sin poder morirse para siempre!

Porque ni tú ni yo
somos más que islas,
¡como decir instante!
¡Como decir un río
detenido en su sombra!
Como decir un ángel…
¡Pero ni tú ni yo jamás
hemos sido ángeles!

Todo ángel es absurdo
¡al final de este poema, Orfeo mío!:
¡Él…! ni la angustia ni el miedo conoce.

Por eso, teme; témete a ti mismo.
En tu boca llevas marcado un viaje,
y exacta una palabra
para vencer a Dios.
De: Varonaria (2012)

RONALD CAMPOS

SIEMPRE YUNQUE

Mientras en mi espalda los infiernos
escupían sulfúricas verdades,
yo,
siempre sangre,
febril tránsito entre venas y arterias,
golpeé la vida con furia ilimitada,
y en desespero de noches,
yo,
desnudo ante el látigo de los muertos,
insistí tanto en ser de Oro…

que la esencia velada de Su nombre
diluyo la cárcel de niebla,
e insurgente de luces y consuelo,
se hizo visible…
a mis ojos.

Quemar las naves de la insolencia,
drenar los pozos de la sombra,
levantar el cerco de los abismos,
urgente ya de insomnios y certezas
con que roer las amarras del miedo,
del dolor al dolor saltando.

Mientras la fragua azul de las simientes
forjaba su obra en penumbra,
yo,
siempre yunque,
insistí tanto en ser de Oro…

que los cielos no pudieron fallarme


Octubre de 2005 – Febrero de 2013



RONALD CAMPOS




DOMINGO DÍAZ


EN LOS SUBURBIOS DE LA RAZÓN

En los suburbios de la razón
aún queda espacio para dos favelas,
la del que ama, fuera de todo límite,
y la del que sueña
contra todo pronóstico.

Allí levanté mi propia carpa,
lejos de los caducos barrios
de la ortodoxia y su violencia soterrada,
del lento veneno suicida
de la autocomplacencia,
del sopor cancerígeno del conformismo.

Le di la libertad a mi instinto,
y plena patente de corso
para el turbulento océano humano.

Acomodé mi alma
en las limpias ventanas de mis ojos
y me senté a las puertas de la vida
a sentir la presencia de la Luz
en los derroteros del destino,
a sorprender al Tao
con las manos en la masa del mundo,
a observar al Amor
jugando sus manos de cartas
al póker ciego.

En los suburbios de la razón
aún queda espacio para tu propia favela.

Bus Madrid-Bilbao
27 de Abril de 2012
Galdakao
29 de Abril de 2012

 

EN LA PULPA DE LA NOCHE


Si el poder me viene del aire,
¿Cómo es que he perdido la voz
en esos laberintos
que se abren en la pulpa de la noche,
como encajes sombreados
que la luna teje con luz robada
en mi alma atardecida?

Si el poder reside en la brisa,
así como el cabello
define los límites del alma
anclando el viento,
a su soporte mineral,
¿Cómo es que no encuentro
mi voz siquiera
en esos sueños que se quedan
en las puertas de la noche
y enronquecen borrosos
en la saturación del grito?

Tal vez tengo la voz oscurecida
por las rotas, marítimas orillas
que desbordan mi ser todas las tardes.
Pero me queda mi corazón de agua,
espumosa y toda coralina.
Mi corazón...
renacido en el arrecife de la alegría.


                        MONTSERRAT DOUCET


    

ARQUITECTURA ENTRE LOS CAMPOS

Traté de recordar
cómo era antes la lluvia,
cuando los besos eran sólo
una punta de humedad entre el tabaco,
cuando los parques eran un esbozo
de arquitectura entre los campos.

Trate de recordar el mundo,
nuestro mundo ajeno
al llanto de las selvas,
al sueño curvado del arco iris,
al lento laberinto de los caracoles,
al gozo de la muerte.

Y tan sólo encontré

esa larga humedad
en el viento y sus moldes
que vaticinan la noche y sus nieblas.

(Arquitectura entre los campos)


                                   MONTSERRAT DOUCET



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